Me sacó
del restaurante y yo estaba aun aturdida, no reaccionaba y no me entraba nada
en la cabeza.
-Mia!
Preciosa estas bien? Mia mírame a los ojos- me dijo mientras me cogía de la
barbilla y me obligaba a mirarle.
-Lucas-dije
con voz muy apaga y asumiendo lo que acababa de pasar por primera vez,- ¡Dios mío
Lucas estas sangrando!- dije aterrorizada.
Es se
tranquilizo y no me contestó, para el fue suficiente que saliera del estado de
scok.
-Venga Mi…- de repente le sonó el teléfono y
lo corto en seco.- un momento preciosa que tengo que contestar-
-Claro,
contesta.
Se alejo
un poco de mi y contesto el teléfono. Yo me senté en un banco y me intente
tranquilizar, pero inevitablemente me centre en escuchar la conversación de
Lucas, la verdad es que soy muy cotilla.
-Claro…
si ya lo se, pero aun no he completado el cambio…- ¿pero a que cambio se
refería? ¿De que estaba ablando?- no, no tengo la fuerza que debería tener ni
por asomo,… ahahha pero mira que eres idiota… si, adiós Àlex.
Colgó el
teléfono y vino hacia mi
-¿Quien
era?- pregunte como si no hubiera estado escuchando toda la conversación.
-Nadie
importante, venga, que te llevo a casa.
-Pero
Lucas tu sangre…- me pare en seco porque ya no tenia ni la mitad de las heridas
de antes, recuerdo perfectamente que en la frente y al lado del ojo tenia una
buena cicatriz que ahora solo era un pequeño arañazo. El se me quedo mirando
fijamente y no contestó.
Después
de eso cogimos un taxi i en todo el camino no nos hablamos, cada uno estaba emergido
en sus propios pensamientos, no era uno de esos momentos incómodos.
Llegamos
a mi casa y bajamos del taxi. Lucas me acompaño hasta la puerta de mi casa,
entonces se me acerco cuidadosamente y creía que me besaría, pero solo me miró
fijamente a los ojos, me acarició la mejilla i me susurro al oído:
-Buenas
noches preciosa.- se guiró y volvió a entrar en el taxi, dejándome con un vacio
en el corazón.
Entre rápidamente
en mi casa y cerré la puerta detrás de mí. Subí las escaleras muy despacio e
intentando no hacer ruido para no despertar a mis hermanitas ni a mis padres. Entre
en mi habitación y me lance en la cama, hoy había sido un día muy confuso y necesitaba
aclararme las ideas. Todo era tan confuso… Entonces se me empezaron a cerrar
los ojos hasta que me dormí.
Me encontré
en medio de un campo lleno de bonitas flores y unos finos copos de nieve cayendo
del cielo, empecé a juguetear con ellos intentándolos coger y bailando con
ellos a la azul cristalina luz de la luna, todo era tan bonito. Mientras iba
dando vueltas con los brazos extendidos riendo y mirando fijamente a la luna,
esa se volvió oscura, no, se volvió de un color rojizo, como el mismo fuego del
infierno, a veces hasta le salían llamas. Me pare en seco y deje de bailar y
dar vueltas, baje los brazos despacio aun sin apartar la mirada de la rojiza
luna. Esa luna, me resultaba tan familiar… Me quede sin respiración, ¡eso no
era una luna! ¡Eran los ojos de Lucas! Cuando lo descubrí aparte la mirada de
sus ojos rápidamente, los cerré y me entro el miedo en el cuerpo, cuando los
volví a abrir vi que todas las flores estaban ardiendo y me fije en que tosas
eran rosas, pero unas rosas mas rojas de lo normal. Ahora en el cielo había dos
lunas ardiendo, mejor dicho estaban los dos ojos de Lucas y su perfecta sonrisa
también se empezó a ver detrás de las nubes. Me gire y empecé a correr en
dirección al bosque que había detrás del campo de flores ahora ardiendo. Pero
aunque corriera con todas mis fuerzas Lucas siempre me alcanzaba. Me lance
dentro del bosque intentándome alejar de sus ojos, todo estaba oscuro, todo mi
cuerpo me dolía, todo estaba perdido. Cuando los ojos de Lucas me alcanzaron y en
su sonrisa vi el deseo de poseerme, una luz brillo con fuerza, con una fuerza
tan grande que los ojos de Lucas no parecían gran cosa. Detrás de esa luz había
alguien con unas alas blancas como la nieve que aun caía por todo el bosque,
sus alas eran luz y a la vez esperanza. Lucas se volvió atrás, el quería cogerme
pero esa luz no le permitía, había desaparecía su sexy sonrisa de su cara y
ahora el también.